sábado, 14 de mayo de 2011

La nube contra la tierra

O dicho de otra forma: la computación tradicional de escritorio contra la nueva computación que propone Google para el día a día, y que se ha dado en llamar computación "en la nube". Así que yo, por contraposición de ideas, me referiré a la computación tradicional en el resto de este artículo como computación "en la tierra". Pero como diría Jack el Destripador, vayamos por partes.

Google acaba de presentar Chromebook, o lo que es lo mismo, lo que todos llamaríamos el notebook de Google. Aunque la empresa se ha empeñado ya en dejar claro que no es un notebook "tradicional" (palabra que está empezando a perder su significado original, ya que se está entendiendo por "tradicional" un producto que hace 5 años no existía). En cualquier caso, sí que es verdad que la nueva máquina no sigue el concepto que todos tenemos en la cabeza cuando nos hablan de un notebook. Lo primero, y lo más impactante a primera vista para mí, es sin lugar a dudas que no tiene disco duro. Y dirán ustedes, ¿como es posible? Pues sí, es posible. Obviamente tiene una memoria flash que hace las funciones de disco duro, pero lo que sí es cierto, y esta vez sin mentira alguna o verdades a medias, es que no se especifica su capacidad. Y esto es simplemente porque Google pretende que toda nuestra tarea con este nuevo artilugio se base en el uso de Internet. Es decir, que almacenemos nuestras fotos en Picasa o en Facebook, que guardemos nuestros documentos en Google Docs, etcétera.

Obviamente, tiene cosas buenas. Prometen que arrancará en 8 segundos, que su batería durará en activo más de 8 horas y en reposo más de 8 días. Es decir, dicen que será súper rápido y súper eficiente. Y la verdad es que no lo dudo, pero el hecho de que esté pensado para utilizarse con Internet sí o sí no termina de convencerme. Parece que han dejado la posibilidad de utilizar las aplicaciones también en modo offline, pero como si eso fuera un sacrificio para la empresa. También parece que se actualizarán solos cada vez que se enciendan y estén conectados a Internet, por lo que según afirman sus creadores, la configuración que necesitarán será prácticamente nula. Y por último, está el sistema operativo, Chrome OS. Ha sido desarrollado desde cero y siempre pensando en la seguridad. Lo que más ha llamado la atención a todos los expertos que estuvieron en la presentación, es que no tienen antivirus, porque según Google "no lo necesita". El tiempo dirá si llevan razón o no, porque esto ya me parece más difícil de creer simplemente porque lo diga alguien, aunque ese alguien sea Google.

Chomebook son en realidad dos equipos distintos, uno será fabricado por Samsung y el otro por Acer. Son marcas de renombre, de eso no hay lugar a dudas, aunque la elección de Acer no me gusta demasiado. Estas son sus características técnicas:

Samsung Chromebook:
Pantalla de 12,1
3,26 lb / 1,48 Kg
Más de 8,5 horas de uso continuado1
Procesador Intel® AtomTM Dual-Core
Wi-Fi con banda doble y 3G World-mode (opcional) integrados
Webcam de alta definición con micrófono con cancelación de ruido
2 puertos USB 2.0
Ranura para tarjeta de memoria 4 en 1
Minipuerto VGA
Teclado Chrome de tamaño estándar
Panel táctil completamente interactivo de gran tamaño

Acer Chromebook:
Pantalla panorámica LCD CineCrystalTM de alta definición de 11,6 pulgadas
3,19 lbs | 1,45 kg
Más de 6 horas de uso continuado1
Procesador Intel® AtomTM Dual-Core
Wi-Fi con banda doble y 3G World-mode (opcional) integrados
Webcam de alta definición con micrófono con cancelación de ruido
Compatibilidad con audio de alta definición
2 puertos USB 2.0
Ranura para tarjeta de memoria 4 en 1
Puerto HDMI
Teclado Chrome de tamaño estándar
Panel táctil completamente interactivo de gran tamaño

Sobre estas características me llaman la atención varias cosas. La primera es que no se especifica la velocidad del procesador en ninguna de las dos versiones. Además, teniendo en cuenta que intentan venderlo como un producto de ultimísima tecnología, es curioso que no tengan puerto USB 3.0, pero sobre todo me decepciona que el Samsung no tenga salida HDMI. También falta por especificar si las pantallas son multitáctiles, y si no lo pone, se puede suponer que no lo son.

En España se podrá reservar en Pixmanía a partir del 15 de Junio. Se espera que los equipos ronden los 500 euros, y que se podrá contratar con Movistar un servicio de Internet 3G para el que ya vendrá configurado el equipo.

Como resumen y a modo de conclusión, solo me queda decir que la computación "en la nube" tiene muchas ventajas, y utilizada de manera óptima puede funcionar muy bien y puede tener grandes aplicaciones. Todos los sistemas distribuidos a través de Internet son un claro ejemplo de ello. Pero intentar promover que ahora de repente pasemos a tener "máquinas tontas" (exagerándolo, obviamente) como si no hubiera tecnología puntera al alcance de los bolsillos domésticos que pueda funcionar en nuestro salón con o sin red, me parece una barbaridad. Es verdad que la red llega ya a casi cualquier punto del mundo, pero creo que aún es pronto para llevarlo hasta el extremo de hacerla indispensable para que el ordenador de funcione de verdad. Tanto es así que la propia empresa nos advierte lo siguiente en la página oficial de las características:

* Es evidente que necesitarás una red inalámbrica, por lo que deberás utilizarla respetando los términos y condiciones del proveedor y tendrás que estar preparado para afrontar las limitaciones cotidianas de la red, incluidas, por ejemplo, la velocidad y la disponibilidad. Cuando no dispongas de acceso a la red, las funciones que dependan de ella no estarán disponibles.

Supongo que pretenden que olvidemos que existen grandes discos duros donde almacenar nuestra colección multimedia, que hay geniales tarjetas gráficas (un ejemplo) que mueven unos gráficos espectaculares y que existen procesadores de cuatro núcleos capaces de realizar cálculos que un hombre casi no puede ni imaginar. Aunque más bien, puede que supongan, aunque no lo digan, que ya todos tenemos un gran disco duro externo y que no necesitamos uno nuevo dentro de este equipo doméstico, así que directamente se han ahorrado el coste de ponerlo ahí. Posiblemente esto es verdad, pero el almacenamiento no es ni mucho menos el mayor de los problemas. Los sistemas operativos Windows desde luego no son (por lo general) un ejemplo de grandes productos informáticos, pero sí lo son muchísimas aplicaciones de las millones que se han desarrollado para ella desde hace muchos años, muchas de ellas además gratuítas. ¿De verdad pretenden que dejemos de utilizar todas nuestras aplicaciones de escritorio? Yo al menos no estoy dispuesto a hacerlo. Si hay que elegir entre los dos extremos para utilizarlos en el día a día, yo me quedo con la "computación en la tierra" utilizando Internet simplemente a modo de fuente de información, y no como almacén o como procesador.

No hay comentarios: