jueves, 19 de mayo de 2011

Oro Azul


Tantalio, avance tecnologico y guerra... Quizás a muchos de vosotros no os suene mucho el tantalio, pero lo cierto es que estamos más relacionado con el de lo que nos pensamos.

El tantalum o tantalio es un metal azul grisáceo, tiene un punto de fusión de los más elevados (2996ºC), no se oxida fácilmente y además es un superconductor, lo que quiere decir que, es ideal para la fabricación de condensadores, ya que, los hace muy precisos y son mucho más pequeños, que un condensador de otro material. Por este motivo, el condensador de tantalio se ha convertido en un componente esencial en los dispositivos electrónicos de última generación: misiles balísticos, teléfonos móviles, satélites artificiales, ordenadores portátiles, televisores, sistemas de confort del automóvil, sistemas de navegación aéreos, etc.

Hasta aquí todo bien, el problema nos surge cuando buscamos este maravilloso metal en la naturaleza. Al parecer el tantalio, se encuentra en el mineral tantalita y este a su vez, se mezcla con el mineral columbita, como resultado obtenemos algo llamado Coltán.
Resulta que el principal productor del mineral de coltán es la República Democrática del Congo con el 80% de las reservas mundiales, también existen reservas en Brasil, Australia, Sierra Leona, y un 5% alrededor del mundo.

Este capricho de la naturaleza esta tiñendo al Congo de rojo, porque es un mineral estratégico, se mata para controlar las minas y se utilizan a niños para extraer el mineral en condiciones infrahumanas. Según las Naciones Unidas, el tráfico ilegal de coltán es una de las razones de una guerra que, desde 1997, ha matado a más de un millón de personas, hasta 2001. A día de hoy, esta guerra ha provocado más de 5,5 millones de víctimas, lo que supone el mayor número de muertes desde la Segunda Guerra Mundial.

Quizás debamos tomar conciencia y pensar que detrás de nuestro flamante smartphone que llevamos en el bolsillo, ipad o mp4 existe una realidad espantosa, una barbarie que solo los señores de la guerra controlan.

En los últimos años, se va extendiendo el conocimiento del coltán en nuestro país, gracias en parte, al conocido escritor Alberto Vázquez-Figueroa, que ya ha escrito dos libros al respecto (Coltán en 2008 y Kalashnikov en 2009).

También en internet podemos encontrar algunos reportajes o documentales emitidos en televisión, los cuales intentan mostrar al mundo occidental lo que esta ocurriendo en el corazón de África.

Un equipo de Reporteros Cuatro, REC se ha internado en las selvas del este del Congo haciéndose una pregunta: ¿Hasta qué punto nuestro progreso está pagado con sangre congoleña?





A lo mejor la próxima vez que vayamos a cambiar de teléfono móvil por gusto o comprar una pantalla de televisión de ultimísima generación, nos lo pensemos un poco más. También es importante coger todo esos móviles y ordenadores antiguos que tenemos guardados en una caja y reciclarlos, así podremos reutilizar los valiosos metales que contienen en su interior.

sábado, 14 de mayo de 2011

La nube contra la tierra

O dicho de otra forma: la computación tradicional de escritorio contra la nueva computación que propone Google para el día a día, y que se ha dado en llamar computación "en la nube". Así que yo, por contraposición de ideas, me referiré a la computación tradicional en el resto de este artículo como computación "en la tierra". Pero como diría Jack el Destripador, vayamos por partes.

Google acaba de presentar Chromebook, o lo que es lo mismo, lo que todos llamaríamos el notebook de Google. Aunque la empresa se ha empeñado ya en dejar claro que no es un notebook "tradicional" (palabra que está empezando a perder su significado original, ya que se está entendiendo por "tradicional" un producto que hace 5 años no existía). En cualquier caso, sí que es verdad que la nueva máquina no sigue el concepto que todos tenemos en la cabeza cuando nos hablan de un notebook. Lo primero, y lo más impactante a primera vista para mí, es sin lugar a dudas que no tiene disco duro. Y dirán ustedes, ¿como es posible? Pues sí, es posible. Obviamente tiene una memoria flash que hace las funciones de disco duro, pero lo que sí es cierto, y esta vez sin mentira alguna o verdades a medias, es que no se especifica su capacidad. Y esto es simplemente porque Google pretende que toda nuestra tarea con este nuevo artilugio se base en el uso de Internet. Es decir, que almacenemos nuestras fotos en Picasa o en Facebook, que guardemos nuestros documentos en Google Docs, etcétera.

Obviamente, tiene cosas buenas. Prometen que arrancará en 8 segundos, que su batería durará en activo más de 8 horas y en reposo más de 8 días. Es decir, dicen que será súper rápido y súper eficiente. Y la verdad es que no lo dudo, pero el hecho de que esté pensado para utilizarse con Internet sí o sí no termina de convencerme. Parece que han dejado la posibilidad de utilizar las aplicaciones también en modo offline, pero como si eso fuera un sacrificio para la empresa. También parece que se actualizarán solos cada vez que se enciendan y estén conectados a Internet, por lo que según afirman sus creadores, la configuración que necesitarán será prácticamente nula. Y por último, está el sistema operativo, Chrome OS. Ha sido desarrollado desde cero y siempre pensando en la seguridad. Lo que más ha llamado la atención a todos los expertos que estuvieron en la presentación, es que no tienen antivirus, porque según Google "no lo necesita". El tiempo dirá si llevan razón o no, porque esto ya me parece más difícil de creer simplemente porque lo diga alguien, aunque ese alguien sea Google.

Chomebook son en realidad dos equipos distintos, uno será fabricado por Samsung y el otro por Acer. Son marcas de renombre, de eso no hay lugar a dudas, aunque la elección de Acer no me gusta demasiado. Estas son sus características técnicas:

Samsung Chromebook:
Pantalla de 12,1
3,26 lb / 1,48 Kg
Más de 8,5 horas de uso continuado1
Procesador Intel® AtomTM Dual-Core
Wi-Fi con banda doble y 3G World-mode (opcional) integrados
Webcam de alta definición con micrófono con cancelación de ruido
2 puertos USB 2.0
Ranura para tarjeta de memoria 4 en 1
Minipuerto VGA
Teclado Chrome de tamaño estándar
Panel táctil completamente interactivo de gran tamaño

Acer Chromebook:
Pantalla panorámica LCD CineCrystalTM de alta definición de 11,6 pulgadas
3,19 lbs | 1,45 kg
Más de 6 horas de uso continuado1
Procesador Intel® AtomTM Dual-Core
Wi-Fi con banda doble y 3G World-mode (opcional) integrados
Webcam de alta definición con micrófono con cancelación de ruido
Compatibilidad con audio de alta definición
2 puertos USB 2.0
Ranura para tarjeta de memoria 4 en 1
Puerto HDMI
Teclado Chrome de tamaño estándar
Panel táctil completamente interactivo de gran tamaño

Sobre estas características me llaman la atención varias cosas. La primera es que no se especifica la velocidad del procesador en ninguna de las dos versiones. Además, teniendo en cuenta que intentan venderlo como un producto de ultimísima tecnología, es curioso que no tengan puerto USB 3.0, pero sobre todo me decepciona que el Samsung no tenga salida HDMI. También falta por especificar si las pantallas son multitáctiles, y si no lo pone, se puede suponer que no lo son.

En España se podrá reservar en Pixmanía a partir del 15 de Junio. Se espera que los equipos ronden los 500 euros, y que se podrá contratar con Movistar un servicio de Internet 3G para el que ya vendrá configurado el equipo.

Como resumen y a modo de conclusión, solo me queda decir que la computación "en la nube" tiene muchas ventajas, y utilizada de manera óptima puede funcionar muy bien y puede tener grandes aplicaciones. Todos los sistemas distribuidos a través de Internet son un claro ejemplo de ello. Pero intentar promover que ahora de repente pasemos a tener "máquinas tontas" (exagerándolo, obviamente) como si no hubiera tecnología puntera al alcance de los bolsillos domésticos que pueda funcionar en nuestro salón con o sin red, me parece una barbaridad. Es verdad que la red llega ya a casi cualquier punto del mundo, pero creo que aún es pronto para llevarlo hasta el extremo de hacerla indispensable para que el ordenador de funcione de verdad. Tanto es así que la propia empresa nos advierte lo siguiente en la página oficial de las características:

* Es evidente que necesitarás una red inalámbrica, por lo que deberás utilizarla respetando los términos y condiciones del proveedor y tendrás que estar preparado para afrontar las limitaciones cotidianas de la red, incluidas, por ejemplo, la velocidad y la disponibilidad. Cuando no dispongas de acceso a la red, las funciones que dependan de ella no estarán disponibles.

Supongo que pretenden que olvidemos que existen grandes discos duros donde almacenar nuestra colección multimedia, que hay geniales tarjetas gráficas (un ejemplo) que mueven unos gráficos espectaculares y que existen procesadores de cuatro núcleos capaces de realizar cálculos que un hombre casi no puede ni imaginar. Aunque más bien, puede que supongan, aunque no lo digan, que ya todos tenemos un gran disco duro externo y que no necesitamos uno nuevo dentro de este equipo doméstico, así que directamente se han ahorrado el coste de ponerlo ahí. Posiblemente esto es verdad, pero el almacenamiento no es ni mucho menos el mayor de los problemas. Los sistemas operativos Windows desde luego no son (por lo general) un ejemplo de grandes productos informáticos, pero sí lo son muchísimas aplicaciones de las millones que se han desarrollado para ella desde hace muchos años, muchas de ellas además gratuítas. ¿De verdad pretenden que dejemos de utilizar todas nuestras aplicaciones de escritorio? Yo al menos no estoy dispuesto a hacerlo. Si hay que elegir entre los dos extremos para utilizarlos en el día a día, yo me quedo con la "computación en la tierra" utilizando Internet simplemente a modo de fuente de información, y no como almacén o como procesador.

jueves, 5 de mayo de 2011

Tecnología del Hidrógeno (I)

La pasada semana se cumplía un negro aniversario. Se consumaban 25 años de la catástrofe nuclear de Chernóbil. La madrugada del 26 de abril de 1986 una explosión en el reactor numero 4 de la central nuclear de Chernóbil (Ucrania) causaba la muerte de 31 personas y miles de evacuados. Más tarde morirían muchos más fruto de una radiación.(buen documental al respecto: La noche del fin del mundo, Cuarto Milenio)

Desde el pasado marzo estamos asistiendo con perplejidad a lo que hoy ya se conoce como el segundo peor accidente nuclear de la historia, Fukushima. Aún, a día de hoy, se está intentando estabilizar los distintos reactores de la planta nuclear. Tras este último accidente los países desarrollados se han alarmado provocando duras disputas entre los que están a favor o en contra de la fisión nuclear.

Lo cierto es que el sistema actual de producción de energía es insostenible, y nuestro ritmo de consumo es exacerbado; la consecuencia de esto, es que ya conocemos casi de primera mano los efectos en caso de accidente de la fisión nuclear y también estamos viviendo las consecuencias la emisiones de CO2 producidas por la quema de combustibles fósiles.

Se están buscando soluciones para todo este embrollo, pero por el momento, los dirigentes del mundo no se quieren poner de acuerdo.

Actualmente lo que tenemos son lo la conocidas como energías renovables, pero aun, el nivel de producción no es capaz de sustituir los otros tipos de energías. Quizás a medio plazo se pueda equilibrar el balance de energía entre renovables y no renovables.

Otras energías que quizás nos suene menos, son las que provienen del hidrógeno y de la fusión nuclear (no confundir con la fisión), pero realmente, estas, serán las energías del futuro, las que serán capaces de sustituir los actuales sistemas de producción energéticos. Pero como siempre, dependerá del grado de implicación de los gobiernos y la aportación de grandes empresas.

El desarrollo de pilas de hidrógeno esta muy avanzado, y cada vez hay más iniciativas e investigaciones en este sentido. Un ejemplo de ello es la Escuela Politécnica Superior, de la Universidad de Huelva, en la que se esta diseñando un novedoso sistema de propulsión para un motor de automóvil limpio, basado en la tecnología del hidrógeno.